Se considera que algo es «objetivo» cuando no está sesgado,  se encuentra próximo a la lógica y está basado en hechos. 

Pero lo habitual es que todas las cosas que pensamos o decimos, por muy objetivos que queramos ser, estén basadas en nuestras sensaciones y vivencias personales, por lo que la objetividad dependerá del prisma a través del que se mire, y de la persona que lo sostenga.

Los problemas de comunicación y los malentendidos forman parte de nuestro día a día y, en ocasiones, se puede sacar una conclusión precipitada ante cualquier comentario que recibimos.

Es importante tomarnos un momento para intentar conocer qué intención tiene nuestro interlocutor con lo que ha dicho, el por qué y para qué, tratando de adoptar una actitud empática que nos va a permitir ser capaces de entenderlo. En caso de que no lo tengamos claro, pedir una aclaración puede ayudarnos a terminar de comprenderlo y, por tanto, poder aproximarnos a esa «objetividad» , que tanto se busca, en la respuesta que demos. Conseguiremos ser más objetivos, o justos, en la medida que nuestra respuesta esté adaptada realmente a lo que nuestro interlocutor ha querido transmitir, y no al cómo yo lo haya podido interpretar.

Os dejo aquí una cita muy interesante del personaje Edmond Wells, creado por Bernard Werber, donde se deja claro la dificultad que existe entre las personas a la hora de entenderse, incluso cuando se comparte el mismo idioma.

«Entre lo que pienso,

lo que quiero decir,

lo que creo decir,

lo que digo,

lo que quieres oír,

lo que oyes,

lo que crees entender,

lo que quieres entender,

lo que entiendes…

existen nueve posibilidades de no entenderse.

Pero seguimos intentándolo de todos modos»

 

[Almudena Pingarrón Salazar]

 

WhatsApp chat
Call Now Button