¿Qué consecuencias psicológicas tienen las altas temperaturas? ¿Podemos hacer algo al respecto?
La ola de calor que aparece con frecuencia en los meses de verano representa en nosotros una serie de cambios, no sólo a nivel físico, sino también a nivel psicológico. Estos cambios son similares a los que provoca el estrés y, por tanto, nuestro cuerpo reacciona de la misma manera: ante la percepción de amenaza se activa el sistema de lucha o huida, para prepararnos para ese posible peligro. La consecuencia es que aparecen tensiones, ya que nos sentirnos más cansados por las altas temperaturas y la dificultad para dormir por las noches, nos sentimos irritables, y en general, nuestro estado de ánimo se ve afectado.
Existen estudios donde se ha relacionado las fuertes oleadas de calor con el aumento de la agresividad de las personas. Las sensaciones térmicas extremas tienen efectos evidentes en nuestro comportamiento, como hemos dicho anteriormente, haciendo que en ocasiones mostremos conductas que se rigen por la impulsividad y la desesperación, y las consecuencias que estas tienen.
Como en todo proceso psicológico, la atención es un mecanismo clave. Si nosotros nos centramos en las sensaciones de malestar que nos produce el calor, focalizando nuestra atención en la sensación corporal, lo que conseguiremos será potenciar esa sensación y sentirnos peor al respecto, con el resultado de encontrarnos más ansiosos y malhumorados, nuestros niveles de agitación aumentarán, y se aparecerán en nosotros reacciones más agresivas.
Sin embargo, las personas podemos hacer algo al respecto para evitar ese círculo vicioso. A parte de protegernos del efecto dañino de las altas temperaturas, evitando por ejemplo salir de casa en horas críticas, manteniéndonos siempre hidratados y comiendo alimentos frescos, usando ropas frescas y que transpiren, etc., hay algo más que está de nuestra mano. Podemos poner en práctica mecanismos para mantener la calma, intentando mentalizarnos de que es una época más del año que no dura para siempre, intentando sacarle la parte positiva como son las vacaciones, el tiempo libre…
El poder que la mente tiene a la hora de interpretar la realidad que venga del mundo exterior es clave para poder afrontar a las dificultades que se presenten en la vida, no solo a nivel físico, sino a nivel psicológico y emocional. A través de la terapia psicológica, se pueden aprender estrategias de afrontamiento que nos ayudarán a adaptarnos a las situaciones que se vayan presentando, a sacar lo mejor de nosotros y a poder solucionarlas con éxito.
Y tú, ¿tienes problemas para gestionar las emociones que en ti generan los sucesos que aparecen en tu vida? Consulta tu problema.