Las relaciones son una parte integral de nuestras vidas, y la calidad de estas relaciones pueden afectar a nuestro bienestar. Las relaciones saludables se basan en el respeto mutuo, la confianza y la comunicación, pero no todas son iguales. Algunas se caracterizan por un alto nivel de fusión, lo que es perjudicial para nuestra salud emocional y mental.

 

¿Qué quiere decir la “fusión” en las relaciones?

La fusión en una relación se refiere a la unión excesiva entre dos individuos, lo que lleva a la pérdida de la individualidad y la autonomía de cada persona. En una relación fusional, las personas tienden a confundir sus emociones, pensamientos y acciones con las de su pareja. En lugar de dos individuos que se apoyan mutuamente, se crea una entidad en la que no hay espacio para la individualidad.

 

¿Cómo saber reconocer si me encuentro en una relación fusional?

Existen varias características que definen una relación fusional:

  • La necesidad de estar constantemente juntos, incluso cuando esto implica sacrificar sus propias necesidades y deseos.
  • Falta de límites personales: no hay unos límites claros entre las necesidades y los deseos de cada parte. Lo que puede llevar a una relación de codependencia. En este tipo de relaciones, las personas suelen tener dificultades en definir su espacio personal.
  • Dificultad de tomar decisiones de forma independiente, sin la aprobación de su familiar, pareja o amistad.
  • Dependencia emocional: las personas sumidas en relaciones fusionales suelen depender de su pareja para sentirse completas, lo que puede generar un desequilibrio en la relación.
  • Mucha intensidad emocional en las situaciones que se viven dentro de esa dinámica.
  • La necesidad de control mutuo.

 

¿Para qué se mantienen este tipo de relaciones fusionales?

  • En ocasiones, este tipo de relaciones se mantienen por la necesidad de afecto profundo y atención, por lo que de esta forma, las personas que conforman este tipo de vínculos únicamente se sentirán queridas y valoradas si se dan estas circunstancias. Si no cuentan con una autoestima sólida, pueden necesitar de la atención constante de su pareja para sentirse bien consigo mismas.
  • Otro de los mantenedores de este tipo de dinámicas es el miedo a la soledad y el temor a perder la conexión emocional que se tiene con esa persona.
  • En otros casos, por el hecho de carecer de habilidades sociales, ya que el sujeto se ve menos capaz de construir relaciones con otras personas. El vínculo se mantiene por la seguridad que la otra parte le proporciona y, en consecuencia,  esto podría ayudar al desarrollo de una baja autoestima, pues la persona podría verse limitado/a y acabaría reforzando las creencias negativas hacia sí misma.

 

¿Cómo pueden afectar a nivel personal este tipo de relaciones?

Salir de este tipo de relaciones suele ser difícil, por la sensación de incomodidad que se genera al estar separado de la pareja, lo que puede llegar a ser abrumador. Algunas de las consecuencias personales que se generan son:

  • La pérdida de individualidad que se produce cuando dos personas dejan de lado su identidad personal al construir una única entidad. Este nuevo constructo se define, únicamente, por los elementos comunes de cada miembro que lo compone, y no tiene en cuenta las particularidades de cada uno.
  • La pérdida de amigos y familiares, debido a que estas relaciones suelen ser tan absorbentes que las personas pierden contacto con su entorno más cercano, y puede llevarles al aislamiento.
  • Sentimientos de angustia y de estrés dentro de la relación, entre las personas involucradas, pudiendo llegar a afectar negativamente a su salud mental.
  • Dificultades en la toma de decisiones de manera independiente, lo que puede afectar a la capacidad de crecer como individuos y al propio desarrollo personal.

 

¿Cómo prepararse para la ruptura y afrontar la separación en una relación fusional?

Para recuperar la individualidad y la autonomía personal, estos son algunos pasos que pueden ayudarnos:

  1. Reconocer el malestar que genera el tipo de relación en la que nos encontramos y, que por más esfuerzos que se hagan para cambiar las dinámicas, estas siguen siendo insanas, por lo que convendría ponerle fin.
  2. Buscar ayuda profesional, y apoyarnos en familiares o amigos.
  3. Establecer límites claros: aunque con ello suponga no responder a mensajes de texto o llamadas telefónicas de tu pareja durante ciertos períodos del día, o no pasar todo tu tiempo libre con él o con ella. A menudo, en una relación fusional, tu pareja puede sentir que tiene derecho a invadir tu espacio personal y emocional, por lo que estos límites te ayudarán a recuperar tu autonomía.
  4. Aprender a decir “no”: una de las características de las relaciones fusionales es que a menudo una persona siente que tiene que estar disponible para la otra persona todo el tiempo. Es necesario pedir tu propio espacio o tiempo para ti.
  5. Reforzar tu autoestima: este tipo de relaciones pueden hacer que una persona se sienta menos valiosa o importante por sí misma. Encontrando espacios personales para dedicarnos tiempo nos permitirá reconectar con nuestra valía y, así, recuperar nuestra autoestima.
  6. Considerar una ruptura: Si la relación fusional se ha vuelto tóxica o emocionalmente agotadora, puede ser necesario cortar completamente los lazos con esa persona, aunque esto no sea fácil y venga acompañado de emociones negativas.

 

Si crees estar en una relación fusional con alguna persona cercana, y esta relación te produce malestar, tal vez necesites buscar ayuda profesional. De la mano de tu terapeuta podrás identificar posibles causas subyacentes a tu dependencia emocional, cambiar la dinámica en tus relaciones y encontrar así el camino para establecer límites saludables y promover la independencia emocional.

 

[Cristina Rodríguez Pérez]

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