La autoestima ¿Qué es?

En Psicología este término lo usamos para referirnos a la estima o al valor personal. Significa “amor a uno/a mismo/a”. Los factores que entran en juego no solo son características físicas, también las ideas o creencias acerca de uno/a mismo/a (soy amable, soy divertido/a, soy tranquilo/a ,etc), incluyendo emociones y comportamientos los cuales los calificamos como buenos o malos. Tener una buena autoestima, es reconocerse como una persona valiosa, con nuestras fortalezas y debilidades. Para poseer una buena autoestima, es necesario confianzaseguridad personal.

 

Factores externos ¿Cómo influyen en nuestra vida?

Tanto el sistema familiar como social, determina cómo se desarrolla la persona, dependiendo de los mensajes que ha recibido a lo largo de su vida y en su entorno más cercano, a nivel académico, familiar, entre otros.

También existen otros factores cómo las enfermedades o dificultades físicas que merman y afectan directamente a nuestra autoestima, porque modifican nuestra percepción a cerca de nuestra capacidad personal. En la actualidad, conocemos estadísticas en España en las que nos corroboran que no cuidamos suficientemente de nuestra salud emocional como debiéramos, lo que ocasiona que tengamos más dificultades en el afrontamiento de los problemas del día a día (pérdidas de trabajo, estrés laboral, etc). No dejar de lado este asunto se ha convertido en un reto complicado en tiempos de COVID- 19. La insatisfacción en nuestro estilo de vida está motivado por problemas en nuestra autoestima, sumado ahora también a la inseguridad a raíz del Covid-19.

 

¿Qué diferencias hay entre tener un alta o baja autoestima?

En personas con la autoestima alta, la visión de sí mismos/as es equilibrada y precisa. Son capaces de ver la realidad de las cosas, viven en el presente sin que el miedo a los “Y si” les impida tener una vida plena. A nivel laboral, la persona tiene autoconfianza y se atreve a iniciar proyectos desconocidos.

En cambio, las personas con la autoestima baja suelen dar poco valor a sus opiniones o ideas, enfocándose en sus defectos y no teniendo en cuenta sus fortalezas.  Ven con buenos ojos y empatizan con los demás, pero tienen dificultad de hacer lo mismo con sigo mismos/as. Algo habitual es que aparezcan distorsiones debido a experiencias del pasado o por espejos de otras personas que nos han referido valoraciones negativas que todavía perduran. En el ámbito laboral resulta común que estas personas eviten enfrentarse a retos por miedo al fracaso, y se boicotean.

 

¿Cómo fortalecer y mejorar nuestra autoestima?

Modificar la manera de cómo me trato y me siento, desarrollando la capacidad de reconocernos por completo es un reto que no resulta fácil. En nuestra responsabilidad está el ser capaces de reconocer nuestras virtudes y defectos positivamente, con el propósito de realizar un trabajo diario hacia el crecimiento personal.

A través de las 5 A’s:

 

Dedícate tiempo: aumentar la introspección para alcanzar mayor conocimiento de cómo eres y actúas.

 

Ajustar el concepto que tenemos de nosotras mismas, dándole un plano de realidad y adecuándolo a las circunstancias.

 

Busca tu propio bienestar personal: valora y ten en cuenta todo aquello que te hace sentir bien y es beneficioso para ti y lo que no y te puede perjudicar.

 

Perdónate y acéptate incondicionalmente. Cuando cometas errores, acéptalos, es parte de la condición de todo ser humano.

Huye de las comparaciones: cada uno tiene sus habilidades y defectos y por ello no somos mejores ni peores, sino distintos.

 

Respétate: observa la manera en la que te hablas y trabajas la autocompasión, el diálogo interno puede ser demasiado rígido generando gran malestar.

Prémiate: atiende a tus propias necesidades, después de los esfuerzos realizados durante el día a día, esto hace que mejore la relación contigo mismo/a.

 

¿Por qué a veces reaccionamos con defensas?

Cuando nuestra autoestima es baja, tendemos a pensar que las demás personas son adversarios; distorsionamos los mensajes sin antes preguntar si hemos entendido bien, por tanto, las emociones se exacerban y sentimos descontrol en el manejo de ellas. Estas reacciones, entre otras, son indicios de que nuestro autoconcepto no es muy positivo, lo que dificulta permitirnos estar receptivos a críticas constructivas al tener poca confianza personal.

 

¿Cómo conseguir rebajar estas actitudes defensivas?

Aceptar que las actitudes del otro/a no tienen que ver con nosotros/as. Cuando asociamos nuestros sentimientos y emociones a las actitudes de los demás esperando que nos “validen” como personas atractivas e importantes, podemos correr el riesgo de que no aparezcan estos refuerzos positivos, por lo que se generaría sufrimiento. Esto conlleva que realicemos los consiguientes esfuerzos en la línea de obtener este reconocimiento de manera incesante por creer que los necesitamos.

“Nadie tiene mayor importancia y responsabilidad en nuestra valoración personal que nosotros mismos”

Y tú, ¿cómo te tratas a ti mismo/a? ¿Qué importancia le das a las opiniones de los demás cuando se trata tu valor?

Si crees que podrías necesitar apoyo profesional porque no te sientes seguro/a con la valoración que te das a ti mismo/a y las relaciones que construyes con los demás, podemos acompañarte en este proceso para que alcances cada vez mayor confianza y seguridad en cualquier área de tu vida.

¿Hablamos?

 

 

 

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